Ni siquiera sé por qué. O sí.
Nacen los días y sigo...
Caminando entre laberintos que somos yo.
La caída de un árbol me asusta y me gusta el olor a yerbaluisa.
Quizá haya muchas cosas que pensar... para qué.
Le digo al viento palabras que se deshacen en segundos
como bocanadas de aire repetidas para vivir.
Pienso, pensamos... qué y para qué si una leve brisa se lo lleva todo
para que otros vuelvan a empezar por el principio.
¿Quién y cuando se aprende a pensar?
Despensar lo pensado para volver a pensar...
Porque eso es vivir y porque algunas personas tenemos necesidad de expresar lo que sentimos. Me han emocionado tus palabras :)
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